Desde Baracoa se camina por la ciudad, pasando por la fortaleza de Matachín y la estatua de Cristóbal Colón hasta la amplia playa de la ciudad. Llegarán a la desembocadura del río Miel, que desemboca en el mar a través de un hermoso estuario de arena cerca de un pintoresco pueblo de pescadores. En el camino, bajo los enormes acantilados de piedra caliza, admirarán las hermosas formaciones kársticas en cuevas abiertas, creadas por las olas del mar. Finalmente, llegará a una cueva con agua fría a lo largo de una pasarela una vez construida por los habitantes indígenas.